La provincia de Cuenca se caracteriza por un tipo climático Mediterráneo templado, con influencia al noreste del tipo Mediterráneo templado fresco y al suroeste del Mediterráneo continental templado. La práctica totalidad de la provincia de Cuenca presenta precipitaciones superiores a los 500 mm.
Según la comarca natural, podemos encontrarnos diversa vegetación.
En la Baja Serranía , situada más al Oeste se caracteriza por una vegetación principalmente de pinos, con unos bellísimos paisajes surcados por las inmpresionantes Hoces. Muy conocidas de esta zona son también las formaciones geológicas llamadas Mogotes (que forman la Ciudad Encantada) y las Torcas. En la Alta Serranía, una importante reserva vegetal se da cita en los extensos bosques de la zona, sobre todo, pinos de diversas especies, así como el álamo, el olmo o la sabina y el quejigo. En las hoces se observarán tilos, sauces y avellanos.
En la Alcarria , nada que ver con la serrana, aunque no menos bella, solo se ve alterada por la erosión de las aguas en amplios valles y ligeras desnivelaciones.
La Mancha forma parte de la espectacular e inmensa llanura manchega. El tipo de clima de esta comarca natural hace posible que se cultiven cereales, vid, girasol, olivos y ajos. Debido a esta extensa llanura, tan sólo en las proximidades de los ríos se pueden apreciar algunos chopos, olmos, álamos y sauces que rompen la monotonía del paisaje. Sin olvidar las congregaciones de encina y de pino piñonero.